Soy muy curiosa...
La fotografía me ha definido siempre, me ha abierto las puertas al mundo y me ha permitido entrar en la vida de personas maravillosas.
He podido viajar a destinos soñados y vivir en el Caribe Mexicano durante ocho años.
Fotografía publicitaria, guías de viaje, catálogos de moda y video submarino,
he hecho de todo, pero las bodas...me han acompañado siempre.
Hago bodas porque crear recuerdos para toda una vida y para futuras generaciones me genera una alegría que no se puede comparar con ningún trabajo comercial.
Aquí y ahora
La vida me ha regalado la oportunidad de volver a cuidar del cortijo en el que crecí,
al pie de Sierra Nevada, en Granada.
Amo la naturaleza, cuidar de los animales y mi huerto.
Me inspiran los paseos por el río recogiendo tomillo con mi perra Kora, la luz dorada del atardecer y el verde de mis olivos.
Aspiro a tener una vida sencilla y sostenible.
Por eso me apasionan las bodas íntimas, hechas con consciencia y cariño.
Hago un número limitado de bodas al año, para poder hacerlas con la máxima dedicación mientras cuido también de nuestra finca de olivos centenarios y cítricos de producción ecológica, y nuestras casas de turismo rural.
¿Os apetece hacernos una visita y formar parte de la #tribudelcortijo?
Aquí hago sesiones de pareja, familia y prebodas.
El cortijo es un paraíso, con una luz maravillosa, total tranquilidad y el paso de las estaciones que nos regala escenarios siempre diferentes. Hay infinidad de rinconcitos para hacer fotos, todos los días veo algo nuevo.
La inspiración es infinita.
Reinvención
La vida da muchas vueltas. Me fui y volví.
Tenía mucho que aprender. Ahora puedo compaginar la fotografía, la agricultura, el turismo, mi amor por los animales y una vida más sostenible.
Me encantaría compartir todo esto con vosotros.
Aquí abajo tenéis una galería de imágenes hechas en el cortijo, un espacio íntimo, natural y salvaje, en el que me encantaría daros la bienvenida.
